sábado, 6 de marzo de 2010

Camino hacia mi mismo - benditas maldiciones.

Oh maldita incertidumbre que te dejas ver y acarreas mi corazón hacia cosas que no importan, pero que me ha permitido reconocer la luz en medio de la oscuridad.

Oh maldita cerrazón que te dejas acariciar, y que no me dejas ver el fondo de mi ser, pero que me ha permitido ver que tengo prejuicios, y que estos sólo me afectan a mi.

Oh malditas opiniones de los demás, que solo me deja confusión, pero ahora sé que lo único que conozco es lo que yo vivo.

Oh maldita superficialidad, que te has metido en mis entrañas y en las entrañas de mis seres queridos muchas veces, hiriendo con basofias y agrias formas de actuar y de pensar, pero que Dios y mi amada me han dejado ver un poco la profundidad del valor de mi ser y de los demás.

Oh malditos pecados de los demás, que sólo nublan mi fe, pero que ahora sé que sólo importa mi bienestar, que no tengo que condenar a mis hermanos, y que vale más estar sólo que mal acompañado.

Oh malditos pecados míos, que sólo acarrean perdición, zozobra y dolor del corazón, pero que Dios me ha dado a  probar la miel de su Misericordia.

Oh maldito camino de la vida, que me ha guardado muchos malestares, llantos y discordias, pero que me ha permitido conocerme y saber de lo que soy capaz, de sentirme amado y amar.

Oh malditas personas que me han traicionado, que aún siendo seres queridos me han dado la espalda, pero que me han dejado conocer que soy capaz de amarlos aún así, y que todos cometemos errores.

Oh maldito yo, que he traicionado a mis seres queridos, pero que ahora sé que puedo cometer errores y que puedo pedir perdón y enmendarlos.

Oh malditas personas negativas, que no creían en mi y que me amargaron la vida , pero que me han dejado demostrar que siempre creía en mi y que no soy lo que ellos creían, y que no podían ver más allá de sus propios prejuicios.

Oh maldito yo, que he criticado y hablado con falta de comprensión de mis hermanos y seres queridos, pero que ahora sé que cuando hablaba mal de los demás, del primero que hablaba mal era de mi mismo.

Oh malditas mujeres que no me supieron conocer y amar a su tiempo, porque sólo veían la fachada que hay en mi, pero que me han permitido curtir mi ser, conocer que mi felicidad ya la poseía.

Oh maldito yo, que no supe conocer y amar a esas grandes mujeres a su tiempo, pero que ahora sé, que ellas valían todo, y que cada una es bella y que vale más que el Universo mismo.

Oh maldita vida, que me has dejado con tantas carencias y necesidades, pero que me han permitido conocer que un requisito para ser feliz es carecer.

Oh maldito camino de la vida, tan lleno de tallos con espinas, pero que me han permitido sentir el suave aroma de la flor llamada realidad.

Oh maldita vida, que me has dado cosas de que arrepentirme, pero ahora sé que vivir es aprender.

Oh maldita muerte, que me has quitado personas que amaba y quería, pero gracias a ti ahora sé que existe la Vida Eterna y que los volveré a ver.

Oh camino de la vida, maldito y sarcástico como nada, pero que gracias a Dios puedo sacar bendición de la maldición, salvación de la cruz.

Oh maldito camino de la vida, que a fin de cuentas, no tengo porque maldecirte, si no bendecirte, porque no por tí, si no por la fuerza de mi Dios que me ha sostenido, he conocido el valor de la Vida que me da Él, de mi vida y de los demás.

Oh camino de la vida, no por tí, si no porque de Dios dado eres, a tí te bendigo.

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